Los conductores adolescentes se enfrentan a muchos riesgos en la carretera. Les falta experiencia, ya que no llevan conduciendo tanto tiempo como los adultos. Pueden tener distracciones, como amigos o teléfonos móviles, en el coche con ellos. Todas estas son razones por las que los índices de siniestralidad son tan elevados.
La National Traffic Highway Safety Administration (NTHSA) señala que otro riesgo grave podría ser una parte común de la vida de un adolescente: la falta de sueño.
Se llevó a cabo un estudio para comprobar si el horario de las clases escolares desempeñaba algún papel, y se descubrió que los niños que van a clases más temprano tienen más probabilidades de verse implicados en accidentes en algunos casos.
La NTHSA admitió que no todos los condados mostraban los mismos resultados, pero también calificó la falta de sueño de "factor significativo" en estos accidentes. Señalaron que puede conducir a:
- Conductores que se quedan dormidos al volante.
- Conductores que no se percatan de situaciones de emergencia a su alrededor, como otros accidentes o peligros potenciales que provoquen accidentes.
- Conductores que simplemente no están tan alerta.
- Conductores con tiempos de reacción reducidos. Esto podría provocar un choque en cadena, por ejemplo, cuando otros dos coches colisionan delante de un conductor adolescente y este, incapaz de frenar a tiempo, golpea a esos vehículos.
Los conductores tienen la responsabilidad de asegurarse de que están en condiciones de conducir antes de entrar en el coche, y eso significa entender cuando simplemente están demasiado cansados para que sea seguro. Cuando son negligentes y conducen de todos modos, los que resultan heridos en accidentes de coche deben conocer sus derechos legales.
Fuente: NHTSA, "School Start Times and Teenage Driver Motor Vehicle Crashes", consultado el 08 de septiembre de 2017.
Michael Zimmerman
Michael nació en Houston, Texas. Estudió en las universidades de Baylor y Texas State, donde se licenció en Ciencias en 1987. Se especializó en Biología y en Química. Terminó su educación legal en Texas Southern University en 1990, obteniendo un Doctorado en Derecho de la Escuela de Derecho Thurgood Marshall. Fue admitido en el Colegio de Abogados del Estado de Texas en 1990.
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